Por
Salvador Aragonés
Doctor en Periodismo y profesor emérito de la UIC
La noticia y el interés mediático hoy en el Parlament de Catalunya --donde se votaba la proposición de Ley Orgánica dirigida al Congreso de los Diputados para que autorice un referéndum soberanista en Catalunya-- no ha sido el debate en sí, sino la votación, dado que dividía a los diputados del PSC. El resultado de la votación secreta ha sido: 87 diputados a favor de la proposición de Ley, 48 en contra y tres abstenciones de los diputados de la CUP, un movimiento asambleario contra el Estado y a favor de la independencia de los Països Catalans (Catalunya, Illes Balears, País Valencià, y la Catalunya Nord o el Rosellón y la Cerdanya francesas). No alcanza la mayoría cualificada de dos tercios.
Las intervenciones de los portavoces de los grupos parlamentarios, tanto los favorables a la proposición (CiU, ERC e IC-V) como los contrarios (PSC, PP y Ciutadans (partido catalán en la línea de UPyD) han seguido el guión anunciado, aunque la CUP cambió el “si” por la abstención en el último momento. El ambiente en el pleno estaba cargado, pero el guión estaba escrito. Había solo una incógnita: ¿Qué votarán los diputados del PSC que reclamaron saltarse la disciplina de voto?
Faltaban dos diputados en el Pleno del Parlament: el alcalde socialista de Lleida, Àngel Ros, quien ayer renunció a su acta de parlamentario por coherencia ideológica, y el diputado popular, Rafael López, por enfermedad.
Las tribunas del público eran las de gran gala, con la presencia del ex presidente Jordi Pujol, de los ex presidentes del Parlament, del alcalde de Barcelona, de los presidentes de las cuatro diputaciones catalanas, y hasta el Síndic o presidente del gobierno de la Val d’Aran, Carlos Barrera, quien como aranés –territorio autónomo con lengua propia (aranés) dentro de Catalunya—ve con preocupación los movimientos y “juegos de manos” que hay en Barcelona.
En la calle, grupos de independentistas corearon, durante el pleno, consignas independentistas hasta que se han disuelto. Acto seguido han venido los bomberos con manifestándose con una pancarta que decía: “También nosotros somos estructura de Estado”.
Los tres diputados socialistas díscolos
De los 87 votos a favor, había tres diputados socialistas: Marina Geli, diputada por Girona, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, quienes consumaron su rebeldía, aun cuando arriesgaban la expulsión del grupo parlamentario socialista y tal vez la militancia en el partido. De los cinco diputados díscolos, dos han votado hoy contra la proposición: Xavier Sabaté de Tarragona, y Rocío Martínez-Sampere. Rocío Martínez ha anunciado hoy su renuncia a formar parte de la Ejecutiva del PSC, lo mismo que ha hecho su compañera y ex diputada, Laia Bonet.
Los tres diputados socialistas han manifestado en rueda de prensa posterior al pleno que siguen considerándose socialistas, que defienden el pluralismo interno del partido y que su voto se debe al ejercicio de libertad de su conciencia, al deber de coherencia que tienen hacia sus representados y hacia muchos socialistas, incluso alcaldes (algunos estaban presentes en la rueda de prensa). Anunciaron que no piensan abandonar ni el escaño ni el partido. Un dato de interés: el ex socialista y actual conseller de Cultura del gobierno de Artur Mas (CiU), Ferran Mascarell, estuvo un tiempo en la rueda de prensa.
Marina Geli ha dicho que numerosos alcaldes socialistas han llevado la propuesta soberanista del ”derecho a decidir” a sus respectivos plenos municipales y se han aprobado, porque en el PSC hay “pluralismo” y “defendemos este pluralismo”, añadió. Geli dijo que ella no es partidaria de la independencia de Catalunya, sino más bien de que esta sea un Estado Confederado con España.
El grupo parlamentario socialista ha pedido hoy a los tres diputados que abandonen sus escaños y los pongan a disposición del grupo parlamentario del PSC por el que fueron elegidos. La dirección considera que los tres diputados han roto la disciplina de voto del grupo, y además no han acatado lo aprobado por el reciente Consell Nacional del PSC, que en un 83 por 100 se decantó en contra de seguir la línea del soberanismo, frente al 13 por 100 a favor. Geli afirma que aquella votación es “interpretable”.
En el pleno del Parlament, los diputados del “sí” (CiU, ERC e ICV) al conocer la votación han irrumpido en un largo aplauso que lo han hecho extensivo, volviéndose hacia ellos, a Marina Geli y a sus dos compañeros socialistas. Geli, puesta en pie, visiblemente emocionada, ha respondido con saludos a los diputados de CiU, ERC e ICV y al público del Parlament, que la aplaudían.
¿Qué pasará ahora con el PSC? Ya ha tenido varias bajas, entre ellas Ernest Maragall, ex diputado y ex conseller de Ensenyament, que estaba en el pleno como público. Su posición es claramente a favor del “sí”. La presión que ha sufrido el PSC en los medios y redes sociales, en las conversaciones privadas y en el Parlament para que los socialistas se sumaran y aceptaran la proposición de Ley Orgánica que hoy se proponía ha tenido sus efectos. El PSC se encuentra dividido, pero prevalece la propuesta mayoritaria de Pere Navarro y de Alfredo Pérez Rubalcaba para quienes no puede haber en España varios socialismos que votan y dicen cosas diversas. Ayer el primer secretario del PSC, Pere Navarro, escenificó su acuerdo con el PSOE, haciéndose una foto con Rubalcaba en el despacho de este en Madrid.
¿Adónde va el PSC? Pues probablemente a la escisión, lo que supone una refundación del partido, una vez agotada la vía de unificación de los tres socialismos catalanes durante la transición y que lucharon contra el franquismo: un PSC (Congrès) de cuadros y de intelectuales muy catalanistas que ha gobernado el partido hasta ahora, un PSC (Reagrupament) socialdemócrata y muy catalanista, y el PSOE que era, junto con UGT, la gran bolsa de votos de votos del PSC. Con el pasar del tiempo se diluyó el Reagrupament y los alcaldes surgidos de las filas del PSOE más que del PSC (Congrès) se han adueñado del mando del partido. Ahora el PSC unificado y en la línea programática del PSOE en lo que afecta al territorio, deberá pasar por un purgatorio hasta su refundación como partido de trabajadores y clases medias en una actitud claramente enfrentada con el soberanismo de CiU, de ERC y de ICV.
Los grupos segregados del PSC probablemente fundarán
un partido de izquierda y nacionalista que puede acabar tanto en ERC como en
CiU o incluso algunos a ICV. Hoy ha desvelado el tema la ex consellera de
Interior socialista en el tripartito, Montserrat Tura.
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