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La enseñanza pública en España es más cara que en el resto de Europa

Por Salvador Aragonés
Doctor en Periodismo y profesor emérito de la UIC

            La enseñanza pública en España es más cara que la media europea, pues según los últimos datos disponibles de Eurostat, que llegan al 2010, el gasto anual por alumno en centros públicos en nuestro país se sitúa en 7.861 euros, por encima de los 6.829 euros de la Unión Europea. Esta situación se repite en todos los niveles educativos, e incluso es mayor en la Educación Secundaria, con un gasto en España por alumno de centros públicos de 8.516 euros frente a los 6.701 euros de la UE. Estas cifras después de los recortes han sufrido una variación, pero se mantienen por encima de otros países, de acuerdo con las cifras que damos a continuación..

            Este coste superior procede, entre otras cuestiones, porque en España hay menos alumnos por profesor que en la media de la OCDE, es decir de los países desarrollados. El número de profesores el curso 2012-2013 es superior en un 20 por ciento al número de profesores de 2002-2003, según datos del Ministerio de Educación, al presentar las cifras del curso 2013-2014. Según estos datos en el curso 2012-2013, el total de profesorado de Enseñanzas de Régimen General no universitarias de la enseñanza pública, concertada y privada se situó en 664.325 profesionales. A la enseñanza pública corresponden 474.993 profesores y a la enseñanza concertada y privada, 189.332 profesores. La enseñanza pública representa un 68,3 por cien del total del sector. El número de alumnos previstos para este curso 2013-2014 es de 8.087.347, un 1 por ciento más que el curso anterior, dado que han disminuido los alumnos de Educación Infantil.

            Esta subida en el número de profesores ha provocado que la ratio de alumno-profesor en España en el curso 2012-2013 sea de 12,0 alumnos por profesor, una cifra que sigue por debajo de la media de la OCDE. En el conjunto de la Educación Primaria y Secundaria, la cifra en España desciende hasta los 11,4 alumnos por profesor, muy lejos de países como Finlandia (13,3), Francia (14,4) o Alemania (15,7).

           Esto demuestra que la calidad educativa no depende solo del menor número de alumnos que corresponden a cada profesor, pues mientras España está en la cola del Informe Pisa sobre el nivel educativo en las enseñanzas obligatorias, Finlandia y Alemania están en los niveles más altos.

            Las cifras del Ministerio de Educación indican que la disminución de alumnos en Educación Infantil (menos 13.000), a causa del menos número de nacimientos, supondrá para los años siguientes un menor número de alumnos en Primaria y Secundaria, y todo hace prever que el número de nacimientos no aumentará en España en el breve plazo a causa de la crisis económica y la menor inmigración.

El fracaso escolar el más alto

            En cuanto al fracaso escolar, España se sitúa en los niveles más altos y muy por encima de la media europea. Así, en el curso 2010-2011 la tasa bruta de población que finalizó la ESO con el título de Graduado en ESO fue del 74,3%, con apreciables diferencias entre hombres (69,3%) y mujeres (79,3%).

            El indicador de “abandono educativo temprano”, (es decir, el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no siguen ningún tipo de estudio y que no han conseguido ninguna titulación de educación secundaria segunda etapa), se sitúa en el año 2012 en el 24,9 por ciento, lo que muestra una mejora significativa respecto al año anterior al descender 1,6 puntos, y de 6,3 puntos con respecto a 2009. Sin embargo, todavía se mantiene una posición desfavorable respecto al valor de la Unión Europea (12,8 por ciento), además de estar lejos del objetivo europeo 2020 de reducir el “abandono educativo temprano europeo” al 10% (el objetivo para España es del 15%).

            Por otro lado, aumenta también el número de jóvenes que han terminado una carrera superior. En el año 2012 el 40,1% de la población de 30 a 34 años había completado el nivel de formación de Educación Superior. Una cifra algo inferior que la registrada en el año 2011 (40,6%), pero que se mantiene claramente por encima de la media de la Unión Europea (35,8%).

            En conclusión, existe un desequilibrio entre los distintos niveles educativos, pues mientras existe un alto fracaso escolar, por un lado, por otro aumentan los titulados universitarios, lo que indica que la enseñanza profesional tiene pocos adeptos. El desequilibrio existe también entre hombres y mujeres, pues hay una diferencia de 10 puntos entre los dos sexos al acabar la ESO.


            Por último, señalar que España carece de una Ley de Educación consensuada entre los principales partidos y el sector educativo, por lo que continuarán en años sucesivos los vaivenes de cambios en la legislación, y de este modo la educación, uno de los pilares centrales de la sociedad, sigue siendo pasto de las ideologías de partidos y sindicatos. Ahora todos los partidos se han conjurado para eliminar la Ley Wert del mapa para cuando no gobierne el PP, pero estos partidos no han hecho el esfuerzo –tampoco lo ha hecho el PP-- de presentar una propuesta de consenso sobre un tema tan trascendental como la educación. Es decir que están de acuerdo en “no estar de acuerdo” con la Ley Wert.

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