Baile de fusiones y absorciones entre mutuas
Por Salvador
Aragonés
Periodista y
profesor de la UIC
El mutualismo catalán está cada vez más
delgado, después de las operaciones de fusiones, ventas y absorciones de las
mutuas por otras mutuas o aseguradoras o por haber decidido las mutuas pasar a sociedades anónimas, en los últimos años. Lo
mismo que ocurre con las cajas de ahorros, aunque de distinta manera. El
mutualismo catalán no ha sabido encarar las exigencias de una musculatura
financiera para hacer frente a la globalización de los mercados, a las
multinacionales del seguro y a la universalización de la seguridad social, al
tiempo que han distraído sus fondos en inversiones más que dudosas. Y es una
pena, porque eran la expresión de la inquietud social de la sociedad civil
catalana y de su voluntad cooperativa y asociativa.
En
estos momentos dos históricas mutuas van a desaparecer: L’Aliança, que tenía
hace unos años más de 200.000 mutualistas y parecía inexpugnable, y la
Agrupació Mútua, que tras haber entrado en negocios ajenos a las mutuas, amén
del “escándalo Millet”, debe ahora ofrecerse al mejor postor.
L’Aliança,
cuya enajenación de activos inmobiliarios ha sido insuficiente para enjugar sus
deudas, ya tiene novios, o novias, como Sanitas, entre otras, aunque la
consultora BDO deberá terminar su trabajo de búsqueda de comprador, siguiendo las
pautas recibidas por la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones
(DGSFP).
Sanitas
también se interesó por Agrupació Mútua (AM), pero se retiró dado que no
gestionaba seguros de Vida. El caso de la Agrupació Mútua lleva tiempo danzando
por la cuerda floja y está en la disyuntiva de integrarse en otra mutua, o dejar
de ser mutua para integrarse en la sociedad RACC-Crédit Mutuel –que ha pujado a
última hora-- o ir al desguace de la
comisión liquidadora que cubrirá los seguros con el consorcio de compensación.
Por
el momento, FIATC anuncia que no está interesada en absorber mediante una
fusión a Agrupació Mútua si debe competir con RACC-Crédit Mutuel. Fiatc es la
única mutua catalana que se ha mantenido tal gracias a la buena gestión su
presidente, Joan Castells, y de su equipo. RACC y la francesa Crédit Mutuel han
constituido la sociedad de seguros de Vida imprescindible para estar en la
parrilla de salida para hacerse con Agrupació Mútua, provocando la retirada de
FIATC, a menos que los socios de AM prefieran negociar con ella. La decisión será
tomada probablemente el próximo mes de junio. Si la junta de la AM rechaza
convertirse en una sociedad, FIATC podrá iniciar la fase llamada “due diligence” es decir ofrecer las
condiciones para la absorción y fusión con la AM, la cual tiene una cifra de
negocio de unos 160 millones de euros, frente a FIATC que tiene 440 millones. Es
decir que AM es un 30 por ciento de la mutua FIATC que es la primera mutua catalana, y casi
será la única –al menos con cierto volumen de negocio—que existirá. El futuro
propietario de la AM dependerá de lo que decida su Junta General de mutualistas.
Y
así terminará la historia de las mutuas en Catalunya: de todas las que había
hace años solo quedará una importante, FIATC, lo mismo que las cajas que de las
14 que había hace años (¿quién no recuerda la Caja de Ahorros Sagrada Familia?)
solo quedará una importante, “La Caixa”.
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