Por
Salvador Aragonés
Doctor en periodismo y profesor emérito de la UIC
El año que acaba de comenzar, el 2014, tiene
previstos cinco acontecimientos importantes que intentaremos desglosar a
continuación. Naturalmente quedan fuera de las previsiones acontecimientos imprevisibles,
como guerras, catástrofes naturales, ciclones y terremotos, o personales(fallecimientos
inesperados). Para un periodista es difícil hacer predicciones, y también para
los economistas, porque siempre, en casi cada año, uno o más factores
impredecibles cambian el rumbo de muchas cosas.
En este artículo no pretendo hacer profecías ni atar
el futuro a mis conocimientos, sino simplemente dar una pincelada de los
principales acontecimientos que ya están programados.
1.- Crisis
económica.- La crisis económica seguirá siendo el tema estrella del
2014, con el fin de ver si el mundo (especialmente Europa) tendrá un
crecimiento equilibrado y si se ha aprendido algo de la crisis pasada. Las
economías de Estados Unidos (con un crecimiento previsto del 2,6 por 100
continuará la flexibilidad monetaria), Japón, China, India, Corea del Sur, América
Latina, etc., experimentarán un crecimiento moderado, aunque con incertidumbres
como en el caso de China donde la expansión del crédito (pasó de 9 billones de
dólares en 2008 a 23 billones en 2012) puede acarrear problemas financieros. Este
menor crecimiento puede afectar negativamente a las “commodities” o materias primas que afectan a las economías de
América Latina: los precios del cobre, la soja, el oro y la plata continuarán bajando
en 2014.
2.- El
futuro de Europa.- La crisis económica estaba instalada en 2013 en la
Europa de los 29, donde Letonia acaba de entrar en el euro en 2014 –con
críticas internas—y la débil Grecia acaba de asumir la presidencia de la Unión
Europea en este semestre cuando Europa debería
consolidar el euro, coordinando mejor sus políticas financieras y sus políticas
fiscales. Parece que terminó la recesión en la zona euro, pero no está claro
que haya un crecimiento sostenido y una reducción del paro. Hay quien predice
el ocaso del euro, si el gobierno francés no realiza los ajustes y
desequilibrios de su economía. El presidente Hollande acaba de decir, en su
mensaje de Fin de Año, que hay que
reducir el gasto. Por otro lado, el alto nivel de desempleo y la disminución del
nivel de vida en general en Europa, pueden abocar a un aumento de votos a candidaturas
populistas y nacionalistas radicales, junto a otras xenófobas, en las elecciones al Parlamento Europeo del 25
de mayo próximo, lo que complicaría la composición de la Comisión y la
gobernabilidad de Europa. Los proyectos de secesionismo de Escocia y Catalunya se
miran con preocupación, especialmente por si pueden contagiar a otras regiones
europeas, cuando no se ha consolidado la ampliación con los nuevos países ex
comunistas. Asimismo, las fuertes tensiones registradas en los países
limítrofes, como Ucrania, Georgia y Turquía complican las relaciones entre
Europa y el pretendido nuevo imperio ruso
de Vladimir Putin, cuya agresividad y nacionalismo son cada vez más evidentes.
Merkel estrenará su nuevo europeísmo después de su reelección y su pacto con el
SPD.
3.- La
crisis entre Catalunya y España. Es tal vez el tema de mayor
envergadura en Catalunya y en España en 2014. Muchos creen que en Catalunya se
va a votar sobre la independencia el 9 de noviembre, aunque con resultado
incierto, y otros muchos piensan que no se va a votar. Hay un claro
enfrentamiento entre los gobiernos de Madrid y Barcelona. Se ven muchas sombras
en el horizonte: la crispación que llega en ocasiones al desprecio, entre unos
y otros, y entre otros y unos, ahora que los gobiernos respectivos han puesto
sus máquinas de propaganda a funcionar. La televisión pública catalana TV3 ya
hace tiempo que es la TV del gobierno Mas y sus aliados: glosa cada día --en sus
noticiarios y en programas propios-- las bondades de la consulta y de la
independencia, ridiculizando a instituciones españolas como el Gobierno y el Rey. Para muchos el 2014 puede ser un año
perdido para los catalanes al gastar muchas energías y dinero a favor y en
contra de la consulta que, según ellos, no se va a celebrar. Sin embargo otros muchos
piensan que 2014 será el año de la independencia. Las formaciones
independentistas tienen claro que el objetivo es separarse de España, pero
están divididos en si pertenecer a la organización militar OTAN (paso previo
para estar en Europa) o en otros organismos internacionales occidentales. De momento la sociedad está dividida entre
partidarios y contrarios a la independencia y hasta que no pase el 2014 será
muy difícil reencontrar la tradicional convivencia entre los ciudadanos. Por
eso desde muchos ángulos se reclama negociación y entendimiento. El 2014 será
un año de grandes emociones y de grandes debates sobre el futuro de Catalunya.
4.- La
situación en Oriente Medio puede mejorar si Israel y Palestina llegan a
un acuerdo en las negociaciones que se terminarán a finales del 2014, de
acuerdo con el calendario que defienden a capa y espada los Estados Unidos. De momento Palestina prevé
otra intifada en este año e Israel sigue con sus amenazas de guerra y
construyendo asentamientos. Habrá que esperar cómo termina el plazo dado por
EE.UU. para finales del 2014 para que entre ambos se firme un acuerdo de paz. El
conflicto de Siria seguirá sangrando no solo en muertos, sino en número de refugiados, una de las consecuencias más
inhumanas de las guerras. Junto a esto habrá que esperar el desarrollo de los
conflictos en Afganistán, en Pakistán y en Irak con el terrorismo de Al-Qaeda
como protagonista, junto a los acuerdos sobre energía nuclear en Irán. La ONU
ha declarado el 2014 “Año Internacional de Solidaridad con Palestina”. El papa
Francisco, amigo de los judíos pero defensor de los cristianos palestinos, visitará
Jerusalén en mayo.
5.- La
medida de la solidaridad mundial se verá reflejada de nuevo en las
catástrofes humanas --como terremotos, inundaciones y ciclones-- y de modo particular
en la situación de los refugiados en cualquier parte del mundo, producto de las
guerras, el hambre y las pugnas tribales. El esfuerzo que la comunidad
internacional ha puesto en estos problemas se ha visto muy insuficiente,
producto del egoísmo de los países en buscar casi exclusivamente el bienestar
propio, dejando a la solidaridad lo que les sobra. La fractura social mundial
que representa esta falta de solidaridad, los sufrimientos que genera, la
escasa preocupación de los gobiernos y de la comunidad internacional por los
países más necesitados, por los más pobres, por los emigrantes, por los que
sufren, por defender la vida no solo de los ancianos y los desvalidos, sino
también por la que va a nacer, y finalmente la pobreza endémica en que viven muchos
países del Tercer Mundo producto de una pésima redistribución de la riqueza,
hacen que la solidaridad ocupe un lugar muy destacado en la agenda de previsiones
en 2014.
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